Ya hemos inculcado la palabra "inquiokupa" en el diccionario de los NPCs

Llevamos mucho del trabajo hecho. ¿Cuánto? No sé

Estoy escribiendo esto en vez de programar. Obviamente no sé qué está pasando. Yo solo sé que tengo dinero para dos cafés y en realidad necesito siete, y que José Luis Sampedro se escribe así y no José Luis San Pedro.

La mala ubicación de los enchufes y las mesas incómodas hacen de la estancia tan cómoda como las sillas de plástico. Todas estas cabezas pensantes en la sala, da a la habitación... una calidez especial. Se puede oler los buenos juegos que se están haciendo.

A pesar de lo increíble que es el golf como pasatiempo, tenemos responsabilidades que atender, como ir a saludar a Sánchez y Andrés en la cafetería de la facultad. Es curioso ir a la facultad en fin de semana. Había mucha gente en una fila intentando entrar. Me han dicho que era la cola del paro o algo así (no sabía que en la facultad ofertaran trabajo tan bueno).

Café y cigarro después, continuamos cagándonos en lo más hermoso de Unity. Hemos tenido que utilizar un sistema refinado de metodologías ágiles más scrum para modificar la escena con el juego sin romper el proyecto: teníamos un... un... "coso" y aquel que lo tuviese era el único que podía tocar la escena.

Pero eh, llegamos de sobra a la deadline. Pal lunes a las 1200h está garantizado. ¡Mira, mira! ¡Pruebas de gente con ordenadores haciendo cosas!

Nos persigue el éxito, pero somos más rápidos.

Pero en el contexto de los negocios inmobiliarios no todo es meriotocracia. La vida es muy dura con los caseros, y a veces ocurren... infortunios. Queremos hacer una crónica de éstas desgracias que viven los más productivos. Aprovechando la pobreza en la sala, vamos a empezar a preguntar mesa por mesa cómo esta gente ha fastidiado a sus caseros haciendo cosas como no saber reparar ellos mismos una fuga en la principal, no arreglar las humedades, tener frío en invierno... y otras maldades. ¿Qué habrán hecho estos maleantes?